Viendo la realidad y necesidad de las familias y de los jóvenes inmersos en el flajelo de la droga y el alcholismo, es que nuestro Ministerio ha decidido trabajar en la labor de la rehabilitación de personas , en la cual hemos visto el sorprendente resultado que Dios ha hecho en medio nuestro, de las familias, hogares y personas restauradas por el poder de Dios, resultado que permanecen hasta hoy. Por voluntad de Dios, estamos trabajando en esta hermosa labor en el Sector Bajos de Mena de Puente Alto, que es uno de los lugares mas vulnerables y necesitados de nuestro País.
Nuestro Ministerio nace del Ministerio Cristiano “Un Encuentro Con Jesús” quienes se han dedicado a la Rehabilitación de personas con problemas de drogadicción y alcoholismo, siendo su Presidente y Representante Legal el Pastor y Obispo Nelson Aránguiz López, trabajo que hacen por ya más de 20 años en la comuna de la Pintana, Santiago de Chile.
Actualmente nos encontramos en pleno proceso de Construcción de nuestro Templo y de nuestro Centro de Rehabilitación, trabajo que estamos realizando, para lo cual nos hemos preparado por casi 8 años y hemos recaudado fondos para esta gran obra, ya que nuestro trabajo es sin fines de lucro sino que es con el esfuerzo y el amor que Dios ha puesto en nuestro corazones, con el fin de ir en ayuda y socorro de las personas más necesitas en uno de los sectores más vulnerables y de mayor necesidad en nuestro país.
Una vez finalizada toda la estructura física, se da inicio al trabajo tan anhelado por nuestro Ministerio, y se abren las puertas a todas los necesitados, sin importar sus condiciones, razas, ni clases sociales, solo la voluntad personal de querer ser cambiados y restaurados por el poder de Dios.
Paralelamente trabajamos en Evangelismo y la predicación de la palabra de Dios en nuestra comuna y diferentes lugares de nuestro País, donde el Señor nos quiera enviar, como lo son actualmente Coronel y Castro, donde queremos realizar esta misma obra.
Nuestro pago es trabajar para el Reino de Dios, recibir su bendición, y ver que esas mismas personas que llegaron destruidas, ser transformados por el poder de Dios, con sus vidas cambiadas, llenas de alegría, amor, gozo y paz, no siendo solamente ellos los restaurados sino también alcanzando sus hogares, familias y núcleos cercanos.